El juego como herramienta de aprendizaje
El juego nace a la vez que el niño o niña. Desde que nace todo es juego, curiosidad, ganas de aprender preguntando o tocando todo lo que encuentran a su paso. El baloncesto nace igual, jugando y experimentando.
En las primeras experiencias con el deporte y sobretodo con el baloncesto, el juego debe de ser la principal herramienta de aprendizaje. Con pequeñas indicaciones para poder realizar el juego los beneficios pueden ser innumerables. Desde una experiencia positiva conseguiremos una motivación adecuada para poder seguir trabajando. El propio jugador o jugadora experimentara en primera persona habilidades sociales como cooperar, competir o seguir reglas. Habilidades básicas en cualquier deporte de equipo, o muchas veces por encima del propio deporte.
Partiendo del descubrimiento guiado con correcciones puntuales el jugador ira adquiriendo las habilidades básicas para el deporte. Serán muy importantes las elecciones o modificaciones que aplicaremos a cada juego. Dependiendo del objetivo de cada juego marcaremos unas reglas diferentes que nos ayuden a conseguir el gesto que queremos obtener. Siempre partiendo de una progresión, de objetivos asequibles a no tan asequibles aumentando la dificultad.
Debemos evitar repeticiones monótonas sin ningún tipo de satisfacción como puede ser ganar en un cierto juego o reírte con tu compañero. El tiro es un gesto técnico que requiere práctica para mejorar, pero siempre hay espacio dentro del juego o competiciones lúdicas para practicar el gesto. Seguiremos practicando lo que queremos pero consiguiendo más beneficios dentro de la misma actividad.
El arte esta en seleccionar adecuadamente los ejercicios oportunos para cada grupo. Modificando o simplificando reglas se consiguen juegos apropiados. La clave es hacer cada cosa por algo, no hacer por hacer.
Extraído de baloncestobase.com