“Lo más importante es que cada día tenemos que escoger cuál va a ser la actitud con la cual enfrentaremos ese día. No podemos cambiar nuestro pasado, no podemos cambiar el hecho de que la gente actuará en determinada forma. No podemos cambiar lo inevitable. Lo único que podemos hacer es tocar en la única cuerda que tenemos, y esta cuerda es la actitud. Soy un convencido de que la vida es diez por ciento lo que me sucede y noventa por ciento cómo reacciono a lo que me sucede. Y lo mismo ocurre con usted… NUESTRAS ACTITUDES ESTAN EN NUESTRAS MANOS” Charles Swindoll
El Dr. Gordon Allport define la actitud como “una condición mental y neural de disposición, organizada a través de la experiencia, que ejerce una influencia directiva o dinámica sobre la reacción del individuo a todos los objetos y situaciones con los cuales se re laciona”.
Por qué es tan importante un actitud positiva?
Porque la actitud es la disposición que cada sujeto trasmite a los demás.
“Cuando hay que hacer un trabajo duro en el que es preciso desafiar a las circunstancias, siempre busco, para que lo desempeñe, a la persona que posee el máximo entusiasmo y optimismo de vida, a quien ataca sus problemas cotidianos llena de celo y confianza, a la que se muestra valerosa e imaginativa, a la que se ase al trabajo con boyante espíritu y planea con cuidado lo que tiene que emprender y se dice: ‘Esta tarea podrá ser dura, pero hay que golpear sobre ella’ Henry J. Kaiser
Porque en nuestro desempeño en las distintas áreas de la vida, la actitud positiva puede potenciar nuestras habilidades.
Porque hasta las circunstancias complicadas, desagradables, estresantes o negativas con las que nos encontremos pueden vivirse de otra forma con actitud positiva.
CUANDO EL DESTINO NOS DE UN LIMÓN, HAGAMOS LIMONADA.
A) El que no deja de repetir que las cosas van a salir mal, tiene muchas posibilidades de convertirse en profeta
B) Si has decidido empezar a ser optimista, o fortalecer su optimismo, EMPIECE POR EL LENGUAJE.
Ten presente la célebre frase de Montaigne : ‘Al hombre no le hiere tanto lo que sucede como su opinión de lo que sucede’.
Las actitudes negativas provienen de lo que se piensa, y generalmente lo que se piensa se dice. Y lo que se dice (a sí mismo o a otros) refuerza lo que se piensa.
Recuerda el proverbio chino:
“Es mejor encender una pequeña vela que maldecir la oscuridad”.
C) Tratar de cambiar sus actitudes y conductas es prácticamente inútil a largo plazo si no examinas los paradigmas básicos de los que surgen esas actitudes y conductas.
EL PROBLEMA, MUCHAS VECES, ESTA EN EL MODO EN QUE VEMOS EL PROBLEMA. SIEMPRE QUE PIENSE QUE EL PROBLEMA ESTA ‘ALLI AFUERA’, este pensamiento ES EL PROBLEMA. Otorgamos a lo que está ahí afuera el poder de controlarnos. El paradigma del cambio es, entonces, ‘de afuera hacia adentro’ : lo que está afuera tiene que cambiar antes de que cambiemos nosotros.
El enfoque positivo consiste en cambiar DE ADENTRO HACIA AFUERA : SER distinto, y de esta manera provocar un cambio positivo en lo que está allí afuera : puedo SER más ingenioso, más diligente, más creativo, más cooperativo.
D) CUANDO CREA QUE TODO ESTA PERDIDO, RECUERDA QUE TODAVIA LE QUEDA EL FUTURO. Y en el futuro, es decir, a partir de ahora, lo más importante es su actitud. En palabras de Oliver Wendell Holmes : LO QUE ESTA DELANTE DE NOSOTROS Y LO QUE ESTA DETRAS ES POCO IMPORTANTE, COMPARADO CON LO QUE RESIDE EN NUESTRO INTERIOR.
LA ACTITUD POSITIVA Y LAS RATAS
En la Universidad de Harvard, hace varios años, el doctor Robert Rosenthal llevó a cabo una extraña serie de experimentos con estudiantes y ratas. Se realizó con tres grupos de estudiantes y tres grupos de ratas. Al primer grupo de estudiantes se le dijo: “Han tenido suerte. Trabajarán con ratas genios. Fueron criadas en base a su inteligencia brillante. Llegarán al final del laberinto antes de un parpadeo, y comen mucho queso, por lo que tendrán que tener una provisión importante”.Al segundo grupo se le dijo: “Trabajarán con ratas promedio. En un tiempo normal para casi todos los animales, llegaránal final del laberinto, y comen una proporción considerable de queso. No se puede esperar mucho de ellas, apenas un comportamiento normal”. Al tercer grupo: Les ha tocado ratas torpes. Si llegan al final del laberinto, será de pura suerte. Casi con seguridad no pasarán las pruebas. Son obtusas, de rendimiento muy bajo. Quizá ni necesiten comprarle queso. Sólo pongan un letrero al final del laberinto, que diga: ‘queso’. Durante seis semanas, los estudiantes llevaron adelante el experimento, bajo rigurosas normas científicas. Las ratas genios respondieron como genios. Las ratas promedio llegaron a su meta, pero sin ninguna velocidad excepcional. Las ratas idiotas demostraron su idiotez. El rendimiento fue deplorable. Alguna que otra llegó a la meta, pero pareció hacerlo por simple azar. Lo interesante del experimento: no había ratas genios, ni ratas promedio, ni ratas estúpidas. Todas eran iguales, de la misma camada. A todas se las había tratado y alimentado, antes del experimento, de la misma manera. La única diferencia parece haber sido la actitud de los estudiantes que participaron del experimento. Cabe explicar el fenómeno diciendo que las ratas también tienen actitudes, y captaron la actitud de los estudiantes, porque LA ACTITUD ES UN LENGUAJE UNIVERSAL.