Colección de artículos

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Coaching y deporte de base

Existe la tendencia a pensar que cuando hablamos de coaching, nos estamos refiriendo indiscutiblemente a rendimiento, y eso nos lleva a creer que sólo los clubes profesionales y los deportistas de alto nivel deben y pueden introducir la figura del coach deportivo en su organigrama o equipo de trabajo.

Esa manera de pensar, además de limitada y errónea, deja a un lado a más del 98% de la realidad de nuestro país, en cuanto a practicantes deportivos se refiere, y mucho peor aun, margina a los cientos de miles de niños y niñas, adolescentes y jóvenes que se encuentran en fase de formación deportiva, y que sueñan con convertirse en los Rafa Nadal, Fernando Alonso, Sergio Garcia, Iniesta o Pau Gasol del futuro.

¿Es qué a caso los jóvenes no merecen ser tratados con la misma profesionalidad? ¿ Debe el coach simplemente asesorar sólo a aquellos que alcanzan el alto rendimiento o la excelencia en su práctica deportiva?

Parece evidente que no! Tanto para los pocos que consigan saborear las mieles del éxito y el deporte de alta competición, como para los que jamás lleguen a ello pero disfruten de su deporte preferido, los procesos de coaching en sus procesos de formación deportiva son tanto o más importantes que en alto rendimiento, ya que solo así podremos co-crear estados de conciencia coherentes para ellos y su entorno desde el principio de sus carreras deportivas para cualquier niño o niña de este país.

El gran Pitágoras decía: “Enseñad a los niños y no tendremos que castigar a los adultos”. Esta realidad aplastante nos lleva a la necesidad de crear desde la base un ambiente y clima motivacional saludable para la formación de nuestros deportistas, que va, indiscutiblemente, más allá de los resultados y se centra en la formación de valores que lo convertirán no sólo en mejor deportista sino sobretodo, en mejor persona.

Los grandes campeones de nuestros días, no lo son simplemente por sus aptitudes y su talento natural, lo son también por un entorno y metodología de trabajo óptimos que han facilitado la explosión de dicho deportista.

Obviamente, este escenario que presentamos, no se centra simplemente en dotar al niño o a la niña de las herramientas necesarias para un progreso fiable y consistente, sino que se centra en un programa de asesoramiento detallado para todos aquellos elementos y adultos significativos que rodean al niño/a y que influyen o pueden influir directamente en el rendimiento del deportista en etapa formativa; padres, familiares, amigos, entrenadores, directivos…

La presencia de un coach deportivo en un club de formación o en federaciones, es perfectamente justificable, ya que un profesional del coaching, con conocimientos y estrategias metodológicas eficaces va a poder optimizar todo el proceso de formación de los deportistas y adultos significativos en el momento que pueda trabajar con ellos.

Desde asesoramiento a padres, como a directivos, o bien dotando a entrenadores de herramientas coach que permitan mejorar su eficiencia así como el rendimiento de sus deportistas, trabajando con los deportistas con juegos y ejercicios que les permita jugar y aprender a la vez que nos permita conocer más a fondo sus rasgos de personalidad así como sus características psicológicas más relevantes y el sociodrama del grupo si se trata de un deporte colectivo… y así un largo etcétera de herramientas que van a hacer de su presencia un elemento fundamental para mantener y potenciar su figura en el club, asociación o federación interesada.

Parece evidente que muchos son los elementos de la psicología deportiva y social que nos pueden ayudar en este rol, pero es importante centrarnos en el clima motivacional, fundamental como fuente de inspiración y trabajo para invertir positivamente en la formación del deporte de base.

Nuestra sociedad esta claramente enfocada al ego, es decir, al reconocimiento social de la victoria por encima del otro, no importa nada más allá del resultado; a la recompensa material y económica por encima de la satisfacción personal de la practica deportiva, esa manera de entender el deporte, y sobretodo el deporte de base, provoca a día de hoy , que tengamos los índices más altos de la historia moderna del deporte en abandono prematuro, los niños se cansan, se aburren, se saturan de presión y en pocos años pasan de estar locamente enamorados de su deporte, a no quererlo ver ni en pintura y abandonar su práctica.

¿Cómo puede el coach ayudar a transformar esa situación? ¿Qué herramientas tiene y debe dominar para combatir esa funesta realidad? Eso, queridos amigos… es otro artículo, pero por si acaso, quedaos con dos simples palabras que resumen el cometido por el cual el deporte de base tiene sentido, y que todo lo que vaya más allá de ellas, desvirtuará el proceso; DIVERSIÓN Y APRENDIZAJE.


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