2CAMBIAR REGLAS: cuando el entrenador marca una serie de reglas tanto de disciplina como de entrenamiento estas no pueden cambiarse sin avisar porque desorientan al grupo y hace que los jugadores pierdan confianza en nosotros.
3NO SER PUNTUAL O FALTAR A LOS ENTRENAMIENTOS: cuando uno asume la dirección de un equipo sea la categoría que sea además de las normas que marque hay dos que deben ser comunes a todos los equipos: la puntualidad y la asistencia tanto a entrenamientos como a partidos. Debemos exigirlas y por supuesto cumplir nosotros los primeros.
4NO SER SINCERO: cuando el entrenador marca los objetivos tanto individuales como colectivos y como se va a llegar a ellos, debe ser sincero con los jugadores.
Si deja de ser sincero tarde o temprano esto creará conflictos.
5SER INCONSTANTE: el trabajo que se realiza con un equipo engloba desde el primer al último entrenamiento de la temporada y el entrenador debe transmitir eso a sus jugadores.No debemos ser más exigentes solo cuando se acerca el final de liga o partidos importantes, la mejora del equipo es fruto de todas las semanas.
7NO SER HUMILDE: si perdemos la humildad a la hora de valorar nuestro trabajo, de preparar los partidos, de formar a nuestros jugadores, etc,…seguramente en un futuro seamos peores entrenadores. Por muchos éxitos que obtengamos siempre podemos mejorar y esa mejora es la que hará que hagamos mejores a nuestros jugadores.
8NO SER RESPETUOSO: como entrenadores debemos ser un ejemplo en varios aspectos para nuestros jugadores.
Debemos ser un buen referente para nuestros jugadores y por eso no podemos faltar el respeto al resto de personas que comparten nuestro deporte: árbitros, anotadores, rivales,…. y por supuesto a nuestros propios jugadores.
9SER EGOÍSTA: a veces nos podemos encontrar en una situación, que para llegar a cumplir alguno de los objetivos marcados tengamos que pasar por encima de otros. El entrenador debe valorar que es lo mejor para el equipo y no lo mejor para él.
Por ejemplo, no siempre podemos pensar en los resultados en categorías de formación.
10TIRAR LA TOALLA: aunque los resultados no acompañen, la mejora del equipo no sea la adecuada o cualquiera de los infinitos problemas que puedan aparecer en una temporada, el entrenador debe estar por encima de todos y por muy difícil que sea, por mucho que nos cueste o por muy desmotivados que estemos, debemos saber que si el entrenador se derrumba, el equipo lo hará con él.
Para cada problemas habrá múltiples soluciones y varias decisiones difíciles que tomar, pero sea cual sea la decisión final debemos afrontarla desde la entereza, por ello asumimos el reto de dirigir un equipo.