Colección de artículos

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Entrenador y jugadores
El entrenador constituye un personaje clave en el equipo, donde su verdadero rol va más allá del perfeccionamiento de la técnica.
Una de las funciones del entrenador es reducir los efectos de las agresiones internas y externas que alteran el equilibrio del equipo.
Es imposible que exista un buen rendimiento si no se solucionan las situaciones conflictivas.
Si el entrenador interviene exclusivamente como fuente de autoridad, es insuficiente para solucionar los conflictos.
El mayor error es ignorar los conflictos.
La misión del entrenador no es la de imponer modelos, y por lo tanto forzados; más bien estaría en la línea de reforzar los intercambios afectivos y cognitivos con objeto de elaborar normas de las cuales se derivan acciones comunes, coherentes y eficaces.
Para que el equipo evolucione internamente es necesaria la existencia de auto-superación y de relación interpersonal.
La relación interpersonal es un factor de unidad debido a la existencia de proyectos comunes, los cuales cumplen un papel de mediadores. La percepción que se tiene de los otros es el medio más eficaz para alcanzar los objetivos.
El entrenador debe responder a las expectativas de todos los miembros del equipo, es decir, aumentar la moral del equipo.
El entrenador debe de saber mandar, y esto supone saber dirigir la voluntad de cada uno hacia el objetivo común, haciendo de este objetivo el modo de expresión de los componentes del equipo. Para ello es fundamental que perciba las aspiraciones y las necesidades del equipo.
El concepto de autoridad exige una organización de roles muy elástica y de confianza. Cuando hay dudas, falta de honestidad y sinceridad, la unidad se rompe.
La autoridad del entrenador debe ser vivida como necesaria.
Si el entrenador es capaz de hacer coincidir las aspiraciones de los jugadores con los objetivos perseguidos por el equipo, se convierte en indispensable.
Según la personalidad de cada jugador, el entrenador puede ser “un padre protector” que da seguridad, un modelo o un área de proyección donde eliminar conflictos.
La fuerza del equipo depende de la calidad de relación afectiva.
Un ambiente psicológicamente favorable hace que los jugadores sean más responsables de sí mismo y de la colectividad.
Si se producen situaciones en las que el entrenador se opone a cualquier delegación de poder, se condena a hacerlo todo él mismo. Como consecuencia se ve obligado a favorecer la división. Cuando se produce esta situación, los jugadores se convierten en rivales ya que buscan las recompensas llegando al servilismo y a la pérdida de identidad.
En ocasiones se observa una dependencia con respecto al entrenador, al cual ven como protector y sostén indispensable para su equilibrio. Los comportamientos infantiles de los jugadores que se enfrentan a compromisos importantes son fruto de la relación que viven con el entrenador.
En el campo psicológico, el jugador está inmerso en una constante superación de responsabilidades, lo que quiere decir que en la práctica tiene que aceptar los riesgos.
En baloncesto, enseñar al jugador a asumir riesgos, es tan importante como enseñarle una buena técnica.
No se trata de dar a los jugadores seguridad hasta el punto de anular su creatividad; la libertad exige un buen clima de confianza, y ésta consiste también en admitir los errores.
El entrenador, por lo general, a fin de contar con todas las probabilidades de éxito, tiende a imponer sus propios criterios de juego, de planteamiento y organización. Este tipo de actuación puede generar frustraciones y conflictos.
El entrenador moderno es un hombre de diálogo.

RELACION AFECTIVA

Los lazos afectivos que existan entre los miembros del equipo van a determinar el nivel de comunicación y por consiguiente el rendimiento. El nivel de cohesión estará determinado por las aspiraciones individuales de sus componentes.
Las investigaciones en este campo nos indican:

Los deportistas que practican deportes de equipo tienen una forma de ser, actuar y pensar diferente a los deportistas de práctica individual.
El reparto de responsabilidades desde el poder externo puede ser fuente de tensiones ya que es difícil de engendrar la participación total.
Todo proyecto lleva consigo cargas emocionales que no es posible ignorar.
En el nivel de aspiraciones de los directivos y del grupo de ejecutantes (entrenadores- jugadores) no deben existir diferencias. En muchos casos el entrenador, con papel de intermediario entre jugadores y directivos, se deja influir por estos últimos y acepta objetivos cuando él es consciente de que no dispone de medios suficientes, tanto humanos como materiales.

COHESIÓN DEL EQUIPO

En la cohesión de un equipo se pueden apreciar diferentes dimensiones:

La motivación del grupo puede considerarse como un elemento de cohesión; dicha motivación, unida a los objetivos que se marca el grupo en relación con el nivel de aspiraciones, representa un factor importante en el éxito del equipo.
Como ya se ha dicho existe una relación entre el nivel de cohesión y los resultados de equipo, ahora bien, ¿es la cohesión la que afecta al rendimiento o el rendimiento el que influye sobre la cohesión?
Martens y Petersen defendían en principio la existencia de una relación circular, mientras que Carron ha demostrado que la influencia del rendimiento sobre la cohesión es claramente superior que a la inversa.

DESARROLLO DE LA COHESIÓN

El desarrollo de la cohesión en el equipo es una de las tareas más difíciles con que se enfrenta el entrenador. Para ello:

Para desarrollar la cohesión del equipo se recomienda:

Las razones por las que existe cohesión negativa en el equipo:

EL LIDER

Podemos considerar al líder como la persona que contribuye el punto focal de la conducta del equipo; de ahí que el líder sea el centro de atención del equipo.
Un segundo enfoque define al líder en relación con los objetivos grupales: siendo el líder la persona capaz de conducir al equipo hacia sus objetivos.
Un tercer enfoque considera al líder como aquella persona que nombran como tal los miembros del equipo.
En el mundo del deporte, nos referimos al líder como al jugador que ha ejercido una máxima influencia sobre el rendimiento del equipo.
Psicológicamente, el líder es el jugador que se ve apoyado por el resto de los jugadores, siendo capaz de influir en la conducta de éstos de forma positiva, sin necesidad de una autoridad exterior al propio equipo.
El entrenador puede ser el líder del equipo, llegando a desarrollar formas de liderazgo que se manifiestan en las diferentes formas de dirección de entrenamiento.
Si como entrenador quisieras ser el líder de tu equipo deberías:

(*) Definición de nivel arousal. Es un concepto hipotético que mide el grado de activación fisiológica y psicológica, según el cual podemos predecir el desempeño de un sujeto tomando como principio que, al tener un arousal óptimo, se tiene un rendimiento óptimo y al tener un arousal sobre-activado o sub-activado, se va a tener un rendimiento bajo.
Arousal significa “excitación”. La excitación es importante en la regulación de la conciencia, la atención y el tratamiento de la información. Es fundamental para motivar ciertos comportamientos. Según Hans Eysenck las diferencias en el nivel de excitación de referencia llevan a las personas a ser extrovertidos o introvertidos.
La Ley Yerkes-Dodson establece que existe una relación entre la excitación y la tarea de ejecución, argumentando que existe un nivel óptimo de excitación para la ejecución, y que muy poca o demasiada excitación puede afectar negativamente al desempeño de las tareas. Una interpretación de la Yerkes-Dodson es la Ley Easterbrook que señala que un aumento de la excitación conduce a una disminución en el número de señales que pueden ser utilizados.
Si el líder es un jugador hay que considerar:

La distribución de los roles también es un factor determinante de la motivación. En baloncesto esta distribución comienza con la elección del quinteto inicial y la distribución de las tareas y/o puestos.
A los factores individuales habría que unir los colectivos, ya que el equipo no es la suma de individualidades.

CONSIDERACIONES FINALES

Hipótesis sobre los individuos y los grupos:

Hipótesis sobre la formación y el desarrollo de los grupos:

Hipótesis sobre aspectos varios:

Hipótesis sobre los grupos infantiles:

Fuentes: A. Carron, Dorwin Cartwright, Raymond Chappuis, George Kelly, Kurt Lewin, Georges Rioux, M. E. Shaw, Jean M. Williams, Alvin Zander.


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