Los “frikis” del baloncesto seguro que recordarán la proeza deportiva que Kobe Bryant consiguió el 23 de Enero de 2006 frente al equipo de José Calderón los Toronto Raptors. Ese día la máxima estrella de los Lakers (sin olvidarnos de Pau), dejó boquiabiertos a medio mundo al anotar 81 puntos en 42 minutos de juego, lo que hasta ahora es la mejor actuación individual de un jugador de baloncesto de todos los tiempos. Al final del encuentro Kobe declaraba: “Debo ser sincero, simplemente sucedió y no sé muy bien cómo. Sería un mentiroso si ahora estuviese valorando lo que he conseguido como algo que tenía previsto; simplemente me motivé en la segunda parte porque íbamos perdiendo y quería la victoria para mi equipo”.
Parece que esta gran hazaña deportiva no fue fruto de ninguna estrategia preconcebida, el propio protagonista no era muy consciente de lo que pasaba, simplemente sucedió.
Este estado de gracia, en la jerga del mundo del Basket hablaríamos que el jugador “estaba caliente”, suele producirse acompañado de un estado de relajación física y mental que varios autores lo llaman FLUIR. Se trata de esos momentos en los cuales estas absorto en la tarea que realizas, centrado en el momento presente, sin distracciones ni preocupaciones. Es ahí donde las personas obtienen su mayor desempeño ya sea laboral, deportivo o de cualquier otro ámbito. Seguro que el lector también habrá experimentado algo parecido, esos instantes donde no te das cuenta del tiempo que pasa porque tu mente está focalizada al 100% en la tarea.
A diferencia de lo que señaló Kobe, al jugador se le puede entrenar para que alcance este estado mental, permitiéndole aprovechar al máximo todas sus capacidades y dar lo mejor de sí mismo. Para ello existen entrenamientos psicológicos que mejoran la atención, el autocontrol emocional, y la modificación del pensamiento. Lo interesante de esta preparación psicológica es que no solo puede ayudar al deportista, también permite mejorar el desempeño sea cual sea la actividad que se desarrolle.
Elige tu objetivo, entrena fuerte física y tácticamente, pero no olvides entrenar la mente, sin esto último todo será más complicado.
Extraído de www.illicebasketclub.es
