Los niños y adolescentes que juegan al baloncesto pueden obtener múltiples beneficios de esta experiencia, pero también pueden sufrir problemas que les perjudiquen.
El baloncesto, como cualquier deporte de competición, es un instrumento muy valioso en el proceso formativo de los jóvenes, pero para ello tiene que cumplir unos requisitos que deben ser considerados, siendo la responsabilidad de los directivos, los padres y los entrenadores, asegurarse de que tales requisitos están presentes.
En este artículo, se señalan los objetivos que debe tener el baloncesto como parte del proceso formativo de los jugadores jóvenes, y se destacan las directrices generales de la actuación del entrenador para que tales objetivos puedan cumplirse.
1.1. DERECHOS DE LOS DEPORTISTAS JÓVENES
El entrenador de baloncesto no debe considerar a sus jugadores como piezas de ajedrez que puede mover a su antojo. Los jugadores jóvenes no son un juguete del entrenador. Son personas, niños y adolescentes que tienen sus derechos, y el entrenador que trabaja con ellos debe empezar por conocer, aceptar y respetar tales derechos.
En la actualidad, numerosas organizaciones relacionadas con el deporte en la infancia y la adolescencia reconocen los siguientes derechos:
- Derecho a participar en las competiciones deportivas.
- Derecho a participar en competiciones cuyo nivel sea adecuado al nivel de habilidad de cada deportista.
- Derecho a tener un entrenador cualificado.
- Derecho a jugar como un niño o un adolescente y no como un adulto.
- Derecho a intervenir en la toma de decisiones sobre su actividad deportiva.
- Derecho a practicar la actividad deportiva en un entorno seguro y saludable.
- Derecho a tener la preparación adecuada para poder participar en las competiciones.
- Derecho a la igualdad de oportunidades.
- Derecho a ser tratado con dignidad.
- Derecho a divertirse practicando deporte.
1.2. FORTALECIMIENTO DE LA SALUD MEDIANTE LA PRÁCTICA DEL BALONCESTO
La salud es uno de los aspectos del desarrollo de los jóvenes a los que más puede contribuir la práctica del mini-basket o el baloncesto.
2 BALONCESTO PARA JUGADORES JÓVENES
- La práctica adecuada de Mini-Basket o Baloncesto, contribuye al desarrollo físico de los jugadores.
- También puede contribuir a que desarrollen el hábito saludable de hacer ejercicio físico.
Así mismo, proporciona la oportunidad de desarrollar hábitos saludables relacionados; fundamentalmente: hábitos alimentarios, de higiene y de cuidado personal.
Sin embargo, es importante estar alerta para prevenir posibles riesgos para la salud que podrían acentuarse mediante la práctica del baloncesto.
- Un plan inadecuado puede interferir negativamente en el desarrollo físico de los jugadores (por ejemplo: un plan de entrenamiento de fuerza con pesas podría perjudicar a los jugadores de Mini-Basket).
- Un plan inapropiado puede favorecer lesiones graves o crónicas que, en algunos casos, pueden afectar al desarrollo físico de los jugadores jóvenes.
- Si la actividad es muy estresante o frustrante, lo más probable es que los jugadores abandonen la práctica del baloncesto, perdiendo la posibilidad de obtener los beneficios asociados a ésta. De esta forma, también será más improbable que los jugadores consoliden el hábito del ejercicio físico.
- Con el propósito de mejorar su rendimiento o controlar el dolor de sus lesiones, los jugadores jóvenes pueden ingerir sustancias dopantes, perjudicando gravemente su salud.
Esta conducta puede derivar en la adicción a las drogas, al tratarse de personas en edades de elevada vulnerabilidad.
Por tanto, el simple hecho de hacer baloncesto no garantiza que se obtengan los beneficios para la salud que puede proporcionar este deporte.
Sólo cuando se hace correctamente, guiado por unos directivos y, sobre todo, unos entrenadores competentes, el Mini-Basket y el Baloncesto propician efectos beneficiosos. En caso contrario aumentará el riesgo de los efectos perjudiciales.
3 DESARROLLO DE VALORES PERSONALES Y SOCIALES
El baloncesto puede contribuir a desarrollar valores personales y sociales de gran importancia en el proceso formativo del niño y el adolescente.
Compromiso
Los jugadores jóvenes deben acostumbrarse a aceptar y cumplir compromisos con los demás. Un jugador debe comprometerse con su equipo a entrenar unos días concretos y a jugar unos partidos los fines de semana; y este compromiso debe cumplirlo aun cuando a él, personalmente, no le apetezca.
El compromiso implica que en ocasiones tendrá que renunciar a sus apetencias individuales y sacrificarse por el grupo, pensar en los demás y no sólo en él, y desarrollar la disciplina necesaria para poder cumplir con sus obligaciones.
Por ejemplo: a un jugador de once años no le apetece ir a entrenar y no va; a otro compañero suyo tampoco le apetece, pero asume el compromiso adquirido con el equipo y asiste al entrenamiento. ¿Cuál de los dos obtiene mayor beneficio del Mini-Basket como experiencia formativa?
Hoy en día, un problema bastante extendido en algunos paises es que los jóvenes no aceptan compromisos y se mueven, mayoritariamente, considerando sus apetencias individuales a corto plazo. Así, cuando no les gusta algo, lo dejan aunque esté sin terminar; cuando algo les resulta incómodo, abandonan; cuando algo les parece complejo o exige esfuerzo continuado, no lo hacen.
El abandono y no acometer proyectos que encierran dificultad, son dos efectos graves de la falta de compromiso. Los equipos de Mini-Basket y Baloncesto son una excelente oportunidad educativa para que los niños y los adolescentes aprendan a aceptar y cumplir compromisos. Esta enseñanza puede ser muy importante para su futuro como adultos.
Perseverancia
En la vida es muy importante ser perseverante, y el baloncesto puede desarrollar este valor: ser perseverante realizando el máximo esfuerzo posible.
Por ejemplo: Juan es un chico de catorce años que se entusiasma por muchas cosas, pero pronto abandona sus proyectos porque no es perseverante. Sin embargo, su amigo Luis cuando empieza algo no lo deja, esforzándose siempre al máximo para conseguir
lo que se propone. Incluso en algunos momentos de desánimo porque no le salen las cosas como esperaba, Luis es capaz de seguir adelante hasta que logra su propósito. Luis juega al baloncesto desde los diez años, y ha aprendido a aceptar compromisos y ser perseverante.
El desarrollo de la perseverancia es especialmente importante cuando los jugadores pasan por malos momentos: por ejemplo, cuando cometen errores, juegan mal, intentan cosas pero no obtienen el resultado deseado, etc. En la vida extradeportiva también se presentan momentos adversos en los que es difícil seguir perseverando, pero los jugadores de baloncesto pueden estar preparados si este importante aspecto, la perseverancia, se ha desarrollado mediante la práctica deportiva.