Colección de artículos

Colección de artículos

La actitud positiva del entrenador

Sobre el autor

Uno de los entrenadores de mayor trascendencia tanto en el baloncesto puertorriqueño como a nivel internacional, propulsor de un nuevo baloncesto y la voz de los entrenadores de América ante la plana mayor del baloncesto mundial, el Sr. Víctor “Vitito” Ojeda fue entrenador del Equipo Nacional de Puerto Rico en el 1978 y posee uno de los porcientos de victorias más alto en la historia del baloncesto puertorriqueño.

La actitud positiva del entrenador y sus resultados

“el crecimiento profesional del entrenador es como una inversión; no es cuestión de oportunidad sino de tiempo” Luis Lorenzo

En el baloncesto es un hecho real que los jugadores cometen errores constantemente, por tal motivo los entrenadores deben tener bien claro que esa acción seguirá ocurriendo en futuros partidos. Ante esta situación el entrenador debe tener muy claro que es lo que puede esperar de sus jugadores y no exigirle más, asumiendo que se producirán múltiples errores que serán lógicos.

Muchos entrenadores de jugadores jóvenes pierden la perspectiva correcta y el autocontrol que deben tener en los juegos, cuando sus jugadores cometen errores. Olvidan que los mismos son parte del juego.

El entrenador debe concentrarse en los aspectos del juego para ayudar a sus jugadores, en lugar de gritarles y ponerle presión con comentarios inútiles que aumentan la inseguridad y hacen el que el juego sea una experiencia negativa para el jugador, más aún cuando se trata de un niño.

Muchos jugadores jóvenes comienzan jugando baloncesto con mucha ilusión, y dejan de tenerla, en muchos casos, abandonan el baloncesto, porque los partidos se convierten en una experiencia negativa por la presión de los entrenadores. La conducta del entrenador es un elemento fundamental para evitar este problema y lograr que los juegos sean una experiencia positiva para todas las partes envueltas.

Por tanto el entrenador debe establecer metas realistas para el juego y ser conscientes que algunos aspectos del juego no saldrán como al entrenador le gustaría. Así, el entrenador debe estar preparado para aceptar los errores de sus jugadores y seguir dirigiendo el juego sin que le afecten emocionalmente. Además, debe estar preparado para aprovechar la experiencia del juego pase lo que pase, de manera constructiva.

Los entrenadores deben recordar que el partido no es el lugar apropiado para corregir los errores graves, eso se debe hacer en las prácticas y por tanto, no es útil que el entrenador pierda energía en esta acción. El entrenador debe concentrarse en las acciones positivas de los jugadores reforzándolas para que se repitan, y limitarse a corregir pequeños detalles durante el juego.

Lo importante en un juego no es lo que haya ocurrido, pues ya no puede cambiarse, el entrenador no debe dedicarle tiempo a lo que ya ocurrió, sino que debe preocuparse por lo que esta ocurriendo o puede ocurrir en el resto del partido. El enfoque debe ser objetivo, constructivo y positivo. Es muy importante dirigir equipos de jugadores jóvenes con el objetivo de poner en acción lo que se practico con máxima eficacia y especial detalle a los fundamentos.

Extraído de fibaamericas.com


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *