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La valentía de perder

¿Evaluamos correctamente nuestro trabajo como entrenadores de formación?¿Nos proponemos unos objetivos adecuados al trabajo que debemos desarrollar?

Desgraciadamente y salvo casos excepcionales la mayoría de los entrenadores de categorias mini, entrenan lo que buenamente creen que tienen que entrenar, bajo su propio y a veces tristemente, único criterio.

Habrá entrenadores que tendrán más conocimientos y los habrá con menos. Pero ¿cúal es la clave que los convierte en buenos o malos entrenadores de formación?

Su predisposicion para trabajar y adquirir más conocientos, unicamente con el objetivo de que todos y cada uno de los jugadores que tiene a su cargo disfruten del baloncesto, mejorando en la practica y entendimiento del juego.

A veces para alcanzar ese objetivo de que nuestros jugadores mejoren cada día, tenemos que asumir que el resultado de un partido no es lo mas importante, e incluso asumir que hay partidos que se van a perder.

Siempre es más cómodo poner a manejar el balon al “mejor” de tu equipo, que se las juegue él todas y que los demás pululen a su alrededor. Dar oportunidades a los que posiblemente pierdan balones con sus pases o cometan pasos, a veces es un guión díficil de asumir.

Pero como buen entrenador de formación tienes que dar oportunidades para que todo el mundo mejore, que todos disfruten jugando, que aprendan a disfrutar esforzándose para mejorar, inculcar el trabajo en equipo, la colaboración, el compañerismo y tratar de conseguir un equipo compensado donde todos participen y puedan dar ese paso adelante en su juego. No te olvides de que el mejor entrenamiento que puedes tener con niños pequeños, es durante un partido.

Generalmente los entrenadores de formación están mal enfocados, pensando egoistamente, que para hacerse notar y promocionarse así mismos como entrenadores, lo único que cuenta es ganar partidos y tratar de conseguir campeonatos, cuando lo realmente importante es medir la mejoría técnica y táctica que ha experimentado cada jugador. Desde el más aventajado hasta el que ha empezado a jugar por primera vez este año. Todos cuentan.

Recuerda que a la hora de la verdad los éxitos de un entrenador de escuela no están en su balance de partidos ganados o perdidos con su equipo, sino en la cantidad de niños que consigue que disfruten esforzándose para mejorar cada día en la practica del que ha de convertirse en su deporte favorito, el baloncesto.

Extraído de tubaloncesto.es

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