El entrenamiento
Creo que el entrenamiento es un momento básico en la vida de un equipo. Cuando yo entrenaba al equipo nacional de Italia estuve aún más interesado en la visita de mis colegas durante la semana para ver como ellos organizaban su trabajo que la en la ir a ver partidos de competición oficiales.
En el entrenamiento los jugadores deben cuidar sus cuerpos, preocuparse de la técnica individual y, bajo la dirección del entrenador, desarrollar los conceptos de equipo que después ellos habrán de aplicar en el juego.El entrenamiento es el momento correcto y adecuado para hacer experimentos, cometer errores y hacer correcciones, combinar momentos de máxima presión y momentos de relajación.Es el momento para asumir que estas dos horas están dedicadas a la mejora de los jugadores y del equipo y no sólo a mantener un determinado nivel.
Al mismo tiempo, en algunos momentos del año es importante no sobrecargar al equipo, aceptando que es recomendable mantener un cierto nivel de preparación física y técnica.Pienso que el entrenamiento debe ser organizado según los siguientes principios concretos:
- Debe ser competitivo.
- Debe requerir el esfuerzo mental.
- Debe ser organizado.
- Debe tener objetivos concretos.
- Debe combinar juego de equipo y ejercicios.
- lDebe permitir los ejercicios de técnica individual y de tiro.
El entrenamiento debe ser competitivo
Pienso que la presencia de muchos jugadores es una ventaja porque permite que el equipo practique en las mismas condiciones o similares que se producen en los partidos.
La tensión causada por propia competitividad, los detalles técnicos y físicos diarios durante el entrenamiento provocan la mejora. El problema de lesiones, causadas por la intensidad de los entrenamientos, es teórico porque las estadísticas demuestran que la mayoría de lesiones ocurre cuando la baja la intensidad en el contacto físico se asocia con la disminución de la concentración mental de los jugadores.
Debe requerir el esfuerzo mental
El profesor Aza Nikolic, uno de los más grandes entrenadores de la historia del baloncesto europeo, siempre decía que si los jugadores no acababan los entrenamientos más cansados física que mentalmente, ellos no habían no habían conseguido nada de provecho. No creo que el entrenamiento deba producirse en una atmósfera oscura y tensa, pero los jugadores, seguro, deben aprender a a encontrar la concentración que no es nada más que la habilidad de entender qué es lo que creen que han de hacer y hacerlo.
Es importante para ellos tener entender claramente qué espera el entrenador de ellos para tener en correcta consideración sus sugerencias y comentarios y entender qué objetivos se persiguen en los diferentes momentos del entrenamiento. Aprender cómo entrenar no es fácil y a menudo requiere mucho tiempo para conseguirlo.
El entrenamiento debe ser organizado
Los jugadores deben sentir que nada en su trabajo se deja al azar y que cada momento del entrenamiento, incluídos los períodos de descanso, están planificados por el entrenador. Llegar al entrenamiento en el último momento, no tener una planificación clara del entrenamiento, no utilizar el reloj para organizar los ejercicios, crean una sensación de superficialidad que habitualmente afecta a los jugadores.
Es la primera responsabilidad del equipo de entrenadores que todo esto no suceda: sabiendo cuántos jugadores participarán en la sesión, cuánto durará, los objetivos técnicos y tácticos y la intensidad requerida en aquel día.
Realmente considero muy importante saber cuando hacer una parada durante el entrenamiento o cuando dar días de decanso, porque no es realista pensar que los jugadores pueden estar al máximo de sus prestaciones nueve, diez meses de forma consecutiva. Claramente, el momento de descanso y recuperación son la llave para conseguir que los jugadores puedan trabajar con gran intensidad en momentos específicos.
El entrenamiento debe tener objetivos específicos
Durante el entrenamiento los ejercicios deberían tener la finalidad de conseguir nuestros objetivos tácticos y recrear situaaciones de partido. Eso es posible haciendo una correcta progresión para llevar a los jugadores hasta el 5c5, pasando primero por el 1c1 hasta el 4c4.
Como ejemplo, si no aplicamos en nuestro ataque el corte de puerta atrás, no quiere decir que no tenga sentido trabajar este fundamento, porque trabajarlo seguro que ayudará a mejorar la actividad individual de nuestros jugadores.
El entrenamiento debe combinar el juego de equipo y los ejercicios
El gran dilema para un entrenador de un deporte de equipo siempre es “debería yo enseñar el juego a través del juego de equipo (en el baloncesto el 5c5) o mediante ejercicios”.
A nivel senior, pienso que dedicar mucho tiempo a los ejercicios no es excesivamente productivo porque esto aleja a los jugadores de los objetivos principales: la calidad del juego de equipo 5c5. No es poco común que jugadores o equipos sean excelentes ejecutores de ejercicios y que sean pobres en el juego de equipo.
Al mismo tiempo, durante el entrenamiento se ha de disponer de tiempo para dedicarlo a dividir claramente las situaciones ofensivas de las defensivas y también para depurar la técnica individual. Es importante tener el equilibrio justo para conseguir combinar correctamente la atención en los detalles y el fluir del juego.
El entrenamiento ha de permitir los ejercicios de técnica individual y de tiro
Siempre he considerado al jugador de baloncesto como un pianista o violinista, artista que cada día deben practicar los fundamentos de sus propias disciplinas. Ni los mejores jugadores del mundo pueden pasar mucho tiempo sin practicar su tiro o su 1c1. Tal trabajo es muy importante para mantener la confianza en sus propias habilidades y se pueda desarrollar de forma satisfactoria trabajando solo o con la ayuda del entrenador. Este hecho ayuda a crear un nivel muy alto de la concentración y la búsqueda de la calidad más alta posible en cada detalle que después se aplica en el partido. Esta es la razón por la cual, si ellos no tienen inconveniente en estar más tiempo en la pista, me gusta trabajar individualmente con los jugadores antes o depués de los entrenamientos.
El entrenamiento: comentarios
A nivel sénior, generalmente el entrenamiento está dedicado a ejercicios de contraataque y a la organización de la defensa y el ataque del equipo. Parar el entrenamiento muchas veces para corregir detalles y errores individuales hará disminuir el ritmo de la sesión de entrenamiento y de la intensidad, especialmente si tenemos un número bastante alto en la cancha. Con los años he tenido la oportunidad de discutir con otros colegas y con muchos excelentes asistentes con los que he tenido la oportunidad de trabajar y he podido consolidar algunas opiniones en relación a cómo se han de desarrollar los entrenamientos:
- El entrenamiento no es el partido.
- Deja que cometan errores.
- Qué y cuándo se han de hacer las correcciones.
- Da espacio a los asistentes.
- Si no funciona, no funciona.
El entrenamiento no es el partido
Por un lado, es cierto que en algunos momentos de la semana el entrenamiento ha de ser más intenso físicamente que un partido. Al mismo tiempo se ha de considerar que la presión mental no es la misma y no vale la pena presionar a los jugadores buscando “el entrenamiento perfecto”. Muchas veces después de una sesión de entrenamiento llena de errores pero en la que el equipo ha trabajado correctamente después se juega un partido excelente. En el caso contrario, no es poco común que después de un entrenamiento perfecto se juegue un partido lleno de nervios y de bajo nivel probablemente provocado por una situación de excesiva confianza. Sólo vuestra propia experiencia y sensibilidad os dirá si habéis de aceptar el nivel de trabajo que el equipo os está ofreciendo en cada sesión de entrenamiento.
Deja que cometan errores
Nunca he sido excesivamente tolerante con los errores y he aprendido después de muchos años cómo no es importante dejar que los jugadores los cometan y así puedan mejorar a partir de haberlos cometidos. Si es cierto que el entrenador siempre se empeña en recibir el máximo esfuerzo, por otro lado los jugadores normalmente saben por qué cometen errores. Es necesario, algunas veces, ser capaz de mirar adelante para no acabar siendo excesivamente negativos. Yo no soy muy bueno en este aspecto, pero estoy intentando mejorar. Una correcta relación con los errores, la habilidad de hacerlos aflorar, analizarlos, corregirlos y eventualmente, crear nuevas ideas es fundamental para hacer realmente útil el entrenamiento diario.
Qué y cuándo se han de hacer las correcciones
Soy realmente poco permisivo con los errores “mentales” causados por superficialidad, falta de atención a las instrucciones o un pobre esfuerzo. Por el contrario, no me vuelvo loco delante de los errores de ejecución, con un mal paso o un mal tiro, si considero correcta la lectura de la situación y de la decisión tomada por el jugador. Los jugadores tienen que saber claramente la diferencia entre estos dos tipos de errores: los errores mentales son realmente difíciles de superar, los errores técnicos forman parte del juego si, evidentemente, estamos trabajando duramente para minimizarlos.
Da espacio a los asistentes
Siempre he gozado de una gran autonomía por parte de los primeros entrenadores con los que he trabajado haciendo de asistente y gracia a su actitud hacia mi persona he llegado a ser primer entrenador muy joven. En base a esta experiencia yo he intentado ofrecer la misma autonomía a mis asistentes. Ellos lideran parte del entrenamiento, tienen la posibilidad de hablar y también de parar el entrenamiento para dar las explicaciones que consideren importantes o que hemos acordado previamente, tienen mucha responsabilidad durante los partidos. No es caridad: simplemente es que 4 ó 6 ojos ven mejor que 2 y después de una puesta en común la decisión tomada siempre es más fuerte. Al mismo tiempo, hablar menos durante el entrenamiento permite al entrenador tener un mayor impacto en cualquier momento en el que decidiese hacer un comentario o una declaración. Si estás constantemente hablando, gritando y corrigiendo, más tarde o más temprano acabarás siendo como el grillo de Pinocho: una piedra en el bolsillo. No lo olvides, los jugadores respetarán a los asistentes tanto como tú los respetes.
Si no funciona, no funciona
Aunque a los entrenadores no les guste reconocerlo, muchas veces cuando un ejercicio o entrenamiento o partido no funciona bien; cuanto más fuerte trabajamos para hacerlo mejor, peor sale. Algunas veces si alguna cosa no funciona es mejor pasar al siguiente tema, olvidarlo por un momento y si es necesario, probarlo otro día. Está claro que si percibes una falta de atención o de esfuerzo no puedes permitir al equipo caer ante la primera dificultad: si errores sencillos aparecen a pesar del esfuerzo y de la tensión y se está oscureciendo la atmósfera del entrenamiento es probablemente mejor pedir un imaginario tiempo muerto. Siempre es importante estar enfocados en los objetivos primario de la sesión de entrenamiento sobre todo si algunos pequeños detalles no están funcionando al nivel que tú querrías.
El entrenamiento: ejemplos
Como ya hemos dicho, los contenidos, duración y la intensidad del entrenamiento son diferentes en función del momento de la temporada en el que nos encontremos.
Aquí tenemos tres ejemplos diferentes de sesión de entrenamiento.
El primer día es un ejemplo de sesión de entrenamiento de la concentración de pretemporada en el mes de septiembre. Es de aproximadamente de dos horas de duración y buena parte del mismo está dedicada a la construcción de la defensa. Después de la primera parte, que está dedicada a la introducción de conceptos de contraataque, aproximadamente unos 40 minutos están dedicados a ejercicios defensivos: 1c1 con la pelota, posiciones defensivas, bloqueos de rebote y posiciones defensivas para recrear situaciones de partido. En este momento de la temporada como mínimo 20 minutos antes del entrenamiento se dedican a dar instrucciones individuales a los jugadores.
El segundo ejemplo es de un día muy próximo a un partido de Euroliga. Por la mañana el equipo ha realizado una sesión de pesas y tiro. Como pueden ver, el entrenamiento tiene una duración aproximada de dos horas, pero incluye una sesión de video para presentar al próximo rival del equipo. Después del calentamiento y de los ejercicios de contraataque, el objetivo principal es como aprender a defender las principales tendencias ofensivas del próximo rival y los conceptos a utilizar para atacarlos de la mejor manera posible.
El tercer ejemplo es el último entrenamiento antes de la disputa del partido de la Final Four de la Euroliga. Es de aproximadamente de unos 90 minutos incluida la sesión de video y estiramientos. El calentamiento tiene que realizarse con máxima concentración e inmediatamente el objetivo lo ponemos en los conceptos ofensivos y defensivos que queremos enfatizar. Como pueden imaginar, no se pide una alta intensidad defensiva, pero se solicita a los jugadores una máxima concentración en los más pequeños detalles. El mismo tipo de entrenamiento se utiliza durante los playoff y, hablando en general, en los de final de temporada.
En las sesiones de video, no creo que el equipo pueda prestar atención más de 15-20 minutos. Por esta razón, después de una introducción general del siguiente rival prefiero pedir a mis ayudantes que preparen un video clips que pueda motivar fácilmente la atención de los jugadores para la segunda sesión de video más detallada. También creo firmemente que los estiramientos antes y después del entrenamiento son muy importantes para preparar el cuerpo de los jugadores y evitar y prevenir lesiones.
Como pueden ver el tiempo de las sesiones de entrenamiento se van reduciendo a medida que avanza la temporada, no sólo para guardar energías, sino también por el aumento de la temperatura.