R.Casas:La fuerza de la ilusión
“El proceso del entrenador. Crecer hacia el liderazgo”
Demuestra una fuerza envidiable. Los años le dan experiencia, pero no le quitan ilusión. Sigue teniendo dudas, a la vez que hace dudar a los que le escuchan. Estas son algunas de las ideas que ha expuesto el 24 de julio de 2011 en el Clinic de Sitges organizado por la ACEB, todo un referente del baloncesto español.
Un entrenador debe conocer y dominar cuatro cosas:
- Cómo construir el talento.
- Cómo conocer y relacionarse con la estructura que trabaja.
- Conocimientos puros y duros del baloncesto.
- La dinámica de grupo.
- El talento es de lo que más dependemos, lo que más nos marca.
- Hay que ser muy buen entrenador para rentabilizar a un gran equipo.
- Los entrenadores son algo necesario, no el mal necesario.
- No podemos depender de “las suertes del entrenador”.
- El entrenador debe tener respeto, no miedo, a cómo va a organizar los conocimientos que adquiere. Debe aprender más y seleccionar lo que aprende…seguro que cabe todo.
- Debe saber que él es él, pero que cada grupo es diferente. ¿Cómo nos adaptamos? Sin dejar de ser tu mismo, debe adaptarse al grupo.
- Si perspectiva y realidad se rompe, un equipo está muerto.
- Debe identificar unos mínimos y conseguir unos máximos.
- Un club puede apostar por una idea. Pero si no hay una apuesta concreta de club, cuidado con las apuestas personales. Si la apuesta no es global, tu apuesta individual tiene que ser controlada.
- El entrenador tiene que decidir, pues para eso nos pagan.
- Todo lo que hagamos tiene que tener un objetivo de rentabilidad.
- Si las cosas van bien hay que seguir con “el plan”.
- Un entrenador crece con los mejores compañeros a su lado. Cuando esto ocurre, hay que saber delegar. Delegar no es quitarme fuerza, es dar fuerza a otra persona.
- La línea de club no debo cambiarla, debo hacerla más gruesa, más fuerte. No cambiamos el lugar, lo mejoramos con nuestro paso.
- Un equipo no funciona sin objetivos. Los hay individuales y de equipo. Hay que dinamizar los individuales con los de equipo.
- Hay que tener reglamentos. A lo mejor determinadas reglas se pueden pactar con los jugadores.
- Los entrenadores son supervivientes. Dependemos de nuestra propia ilusión, nuestro propio reto. ¿Cuánta gente trabaja por amor al arte…?
- Tenemos que tener ideas, no filosofía. La filosofía es cerrada, las ideas son muchas y evolucionan.
- Los entrenadores que evolucionan son los que piensan el por qué, no en el cómo. Debemos buscar más veces el por qué.
- Hemos de ser líderes. Debemos vender lo que estamos haciendo. El buen líder busca líderes. Debemos vender espíritu de ilusiones. No somos jefes, somos líderes.
- La gente cambia si quiere. El entrenador debe cambiar a mejor, sin perder la esencia. El “factor inteligente” te permite cambiar a mejor, no a peor. Ser mejor persona, mejorar tu capacidad personal, te hace ser mejor entrenador.
- Debemos ser la suma de conocimientos, experiencia y esencia.
- Debemos tener un código ético que regule nuestro propio funcionamiento.
- En baloncesto hay muchas normalidades, positivas y negativas. Si algo se sale de la normalidad debo rechazarlo. Pero debemos aceptar que muchas cosas negativas son normalidades.
- El objetivo del entrenador debería ser depender lo menos posible de las cosas que no dependen de él.
- Para llevar a un grupo tienes que tener muy claro cómo llevarte a tí mismo.
- Hay que vivir la presión y en la presión, no de y en el miedo. Muchos de los entrenadores jóvenes a los que les está yendo bien son valientes.
- Debo tener una idea, querer evolucionar con ella, quererme adaptar.
- Un buen progreso tiene regresiones. Debemos identificar nuestras regresiones para poder tener la posibilidad de seguir mejorando.
- Si se pierde, al día siguiente hay que estar valiente.
- El entrenador vende fuerza constante. Debe vender una energía fuerte, positiva y segura.